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Un abrazo suyo nunca, nunca me alcanzó. Y nunca lo va a hacer, lo sé.
Puedo decir que mucho ya no me interesa? Que ya no tengo esa necesidad insaciable de abrazarlo?
Porque para que alcance nunca tendría que soltarme. Y si me suelta implicaría caer a la realidad, volviendo así al mundo.
Pero me toca, me roza, y tiemblo. No hay chance, de que eso cambie.
Un abrazo suyo es aisalarse. Es que mi cuerpo actúe como quiera y mi conciencia se tome franco. Es que todos los problemas se arreglen por ese momento.
Por eso prefiero abrazarlo bien fuerte pero rápido, para que la caída, no duela tanto.

La puta madre, así no se puede.

Abril Verzura