20/3/11

Pido Gancho

Andando sin mirar
inmóvilizada en lo que viene
Aguantandome lás lágrimas
pasaste por mi espalda como un escalofrío
Me di vuelta, allá lejos
Te reconocí inmediatamente.

Fue el sosiego más
estrepitoso
Tus ojos hirientes
en ese segundo sublime
Pude bajar la guardia
Pude sentir sin rozarte
el calor más vehemencial

El tiempo ya no vale
Tus palabras no saben a nada
Solamente el instante pendenciero
de tu figura junto a la mía
y la competencia de la ocasión.

Abril V

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